sábado, 8 de noviembre de 2008

BREVE EJERCICIO DE HISTORIA ESCRITA CON FINALES

- Terminó por sentarse mientras se preguntaba ¿donde estarán mis piernas?.
- Caminaron hasta que el cansancio las tumbó a dormir, pero las piernas no sueñan.
- Lo dejaron pues el no sabía a donde ir. Un hombre sin destino no merece tener piernas.
- Ahora la gente lo ve sentado. (Al menos da esa impresión).
- Las piernas no extrañan. Siguen caminando, es lo que las piernas hacen. Tratar de llegar a algún lado.
- Alguien le acercó una silla de ruedas, el no mira hacia atrás. Sabe que sus piernas no volverán.

jueves, 16 de octubre de 2008

ARRECIFES

"No te metas al mar de noche" dicen los pescadores. El mar no duerme, abre sus olas, trayendo profundidades a golpe de mano.

Pero hay oscuridades más profundas que las del mar de noche. Pablo tenía pesadillas. Le veías la noche viva en su semblante. Sus ojos verdes escondidos en cuencas grises brillaban con un extraño candor en el fondo pero nadie se atrevía a acercarse. Sueños nublados habitaban detrás de sus ojos. Pablo estaba cansado. Ya no soñaba, ya no dormía, ya no vivía.

Dicen que  los sueños dan vida. Pero cuando los sueños son secuestrados se van muriendo encerrados desde dentro. 

Pablo caminó hacia la playa, sus pies se enterraron en la arena, aplastando agujeros de cangrejos ermitaños. El mismo era así. Solitario, encerrado no sólo en su cabaña, sino en su interior. Su coraza estaba hecha de silencio y laberintos monosílabos como "Sí", "No", "No sé", "porque sí" eran los únicos lugares a donde se podía llegar con el. Pablo habitaba la frontera de la soledad. Nadie sabía porqué.

Le gustaba ir a los arrecifes. Flotaba horas observando, de repente se le veía sumergirse y salir contento con alguna estrella de mar, como si la hubiese traído del cielo. De alguna manera para él lo era.

Dicen que les ponía nombres a sus estrellas. Algunas las tenía en su casa, otras las dejaba en el mar.

Siempre volvía al mar, pero nunca en la noche. 

Pablo quería descansar, quería dormir, quería soñar.

El cielo con estrellas de mar ha de ser un buen lugar para hacerlo.


martes, 2 de septiembre de 2008

CON EL CUERPO CORTADO

Los ojos llorosos, la nariz congestionada, el animo se quedó en la cama. 

"tengo el cuerpo cortado" -pensó

Recordó la noche anterior. 

Justo después de verla partir ( sin querer hacerlo ) cerró la puerta, e intentó cerrar el deseo de retenerla (sin poder hacerlo).

Como si no pudiera seguir aferrándose a nada, soltó su cuerpo en partes. Se dejo caer en la cama buscando descanso.

Así lo hizo.

Hoy no sabe que hacer. es incómodo llevar una vida normal cuando todo lo que te integra está fuera de lugar.

"Menos mal que se marchó antes de la separación".-pensó.

"Tengo el cuerpo cortado"- confirmó (sin querer hacerlo). 


miércoles, 27 de agosto de 2008

EL AMOR EN TIEMPOS DEL CELOFAN

Es una costumbre nueva, cada vez más recomendada entre aquellos que gusten de conservar frescas sus experiencias, el uso del nuevo plástico celofán.

Dicho papel  presenta características como una adherencia firme sin llegar a ser "plegosteosa", a la vez que  es de manejo suave, y sumamente dúctil. Su flexibilidad se ostenta en el rango de los 5 mejores materiales, aún arriba que la tradicional "boligoma".

Dichas características, lo vuelven un material de uso imprescindible para una amplia variedad de menesteres, pues además de conservar íntegras las características de víveres de la categoría de los  "jamones", también puede envolver lechugas, jitomates, chocolates, tamarindos,  peras, sandías, kiwis, quesos, ciruelas y una que otra dulce rebanada de pay de queso.

Lo que llama la atención de todo esto, es que incluso se han dado casos  de quienes envuelven con el famoso papel,  el corazón.

Las intenciones serán siempre propiedad de los implicados, por lo que cualquier comentario no podrá ser tomado como algo más que esto, un comentario, pero es un rumor aceptado que la razón de tal costumbre (envolver el corazón con el nuevo plástico celofán) se debe a que gracias a su transparencia, el plástico permite la transparencia de las emociones, es lo suficientemente hermético para evitar que se evaporen los recuerdos, y  además permite que la ilusión no pierda nunca su frescura.

Pero nada es perfecto, los usuarios sólo encuentran ese papel en el tamaño de envoltura de caramelos, por lo que para lograr las maravillas antes mencionadas es necesario terminarse una caja completa de chocolates.

Pero para tener emociones sinceras, recuerdos tangibles  y esperanzas nuevas un poco de paladar empalagado es realmente un daño colateral.

Provecho.

LA ESCOBA QUE NO BARRE

Hoy la escoba no barre. 

Hoy su cuerpo delgado y agrietado no es asido por manos igualmente agrietadas, ni se apoya con fuerza sobre el piso para arrastrar ese páramo interminable de polvo, basura, uñas, con uno que otro olvido.

Hoy la escoba no barre. 

Hoy ese cuerpo delgado y agrietado es asido por unas manos pequeñas, al menos en apariencia, pues ¿cómo se puede medir a aquellas manos que convierten un aplauso en un terremoto de alegría? ¿cómo se miden unas manos que mueven rencores añejados con un simple abrazo?¿ cómo se miden unas manos que incendian el alma con un par de crayolas?

Hoy la escoba no barre.

Hoy la escoba acompaña, al valiente caballero que orgullosamente la convierte en un unicornio blanco.  

ANTES DE LA FUNCION

Espera. Lo único que se mueve es el tiempo. 

Respira. Su vientre sube y baja tranquilo

Piensa. En la escena donde se encuentra, imagina su silueta sentada en la butaca, rodeado de un tenue rayo de luz que cruza la sala para chocar con la pantalla en un gris neutro.

Observa. Las sombras de las personas frente a el, deambulando a oscuras, tratando de no tropezar ni pisar a nadie.

Percibe. Mantequilla con sal, en su mente aparece una "palomita" de maíz reventado.

Piensa otra vez. ¿Cómo es una palomita antes de reventar? 

El salto cuántico donde algo a la vista pasivo, deja de serlo y adquiere una forma impactante, transformando todo lo que era, sin rastros del pasado, sin miedo al que dirán. 

Esa es la actitud.

El hambre, la función y la palomita de maíz cumplen.

lunes, 25 de agosto de 2008

LO QUE SOMOS Y NO SOMOS

No es sólo piel, es algo más
pero la piel siente como piel
No es sólo hueso, es algo más
pero los huesos se rompen como huesos
No es sólo carne, es algo más
pero mi carne siente hambre como de carne

Somos más

Más allá de las ojeras
los sueños aprenden español, dibujo y a veces cocinan arroz blanco
Más allá de los errores
las ilusiones organizan una nueva patria, sin mas gobierno que la libertad
Más allá de los labios secos
se rumora existen besos no descubiertos, muy dentro en los bosques del anhelo
Más allá de un corazón exhausto
el amor es un indigente hambriento que sonríe, canta y escribe poemas en los callejones 
Más allá de unos ojos mojados
hay ninfas desnudas bañandose en la cascada de la emoción 
Más allá del abismo de la nostalgia
los valientes construyen puentes de memoria y sortean el bronco río del pasado

Más allá de todo, podemos encontrarnos

Más allá de todo, somos más.




viernes, 22 de agosto de 2008

CAMINATAS POSIBLES 1

La noche me invitó a caminar pues la lluvia justo acababa de irse. 

No encontrando motivos para despreciar la invitación, me coloqué los tenis, esos que "corren bien recio",  amarré las agujetas y caminé. 

Divertido difuminaba mi imagen salpicando olas en los charcos, practicaba mi caminata extrema en un imaginario precipicio en la orilla de unas bancas e imaginaba que bajar escaleras era como cambiar de dimensiones a cada escalón, cuando escuche algo que convirtió mi caminata en un viaje mucho más lejano que el par de calles que había dejado atrás. 

Puntos de sonido dispersos en el espacio juegan a formar constelaciones, el humo baila transformando la seducción en bocanadas, multitud y pies con ritmo.

La lluvia parece que se fue, pero creo que más bien las gotas son ahora acordes de teclado, el trueno es la tarola acariciada antes del remate metálico de la baqueta, pero el más atrevido es el sax, quien hipnotiza al espíritu dejando funos y flautas en el corazón desnudo de la audiencia, silenciosos voyeurs que desde la primera fila presenciamos la dulce derrota del silencio ante el orgulloso triunfo de un divertido contrabajo  que en su bum bum bi di bam bum bum nos toma como rehenes sumisos y obedientes respondemos al ritmo que marca la banda.

Hoy no volveré a casa, el jazz ha ganado. Ya no necesito caminar, ahora bailo, alguien se ha enamorado y la lluvia justo acaba de irse.

martes, 19 de agosto de 2008

ESTOS SEGUNDOS QUE SE VAN

Sesenta soldados marchan en secuencia impecable. Su avance es riguroso. Su paso deja a todo un segundo detrás. Siempre alcanzan lo que buscan. No tarde, ni temprano, pero llegan, siempre llegan cuando deben. Implacables, inminentes, como inevitables.

Sin embargo, existen aún rebeldes que les hacen frente, valientes que se atreven a robar y destruir su secuencia. Rescatan a aquellos que han vivido completamente, aquellos que aman sin calendario, aquellos que ríen sin horario, los que abrazan sin prisa  los que no temen quedarse sin tiempo. 

Los rebeldes esconden lo robado, se escabullen en laberintos de memoria, disfrazados con arbustos de olvido, observan silenciosos el desfile del pasado. Hay quienes desertan, saben que no pueden detener al tiempo, pero los pocos que permanecen, saben que el tiempo nunca estará completo, el tiempo se va, siempre se va. Cuando saquea, el tiempo no sabe que hacer con lo que destruye, esta angustia de sentirse vacío lo vuelve monstruoso.

Armados con el presente, los rebeldes mantienen su ataque por un instante siempre al día, siempre en el momento. Son capaces de soltar todo lo que el tiempo ha de llevarse, aceptando lo que el presente les deja. Descubrieron el talón de aquiles del tiempo. Lo único que puede lastimar a cada uno de los 60 soldados es que saben que ninguno puede volver atrás, aunque lo anhelan, quisieran poder recordar.

Los rebeldes que viven al día, sólo recuerdan lo necesario, dejan que todo lo que no está en su presente sea  parte de las ruinas.

La lucha sigue, cada día, cada hora, cada segundo, implacable , inminente, como inevitable. 

lunes, 18 de agosto de 2008

ESE INSECTO, LA LECTURA

Le picó el insecto de la lectura.  

Es de lomo grueso, según el lugar donde lo encuentres puede ser de distintos tamaños y formas, en lugar de alas, tiene hojas blancas como de papel, con letras escritas en lugar de venas. No cualquier insecto tiene alma, pero en esta especie hay algunos donde su alma se puede sentir, esos son los más venenosos. Están llenos de párrafos tan profundos que que dicen lugares lejanos como si estuvieras en ellos. 

Una vez, mientras jugaba a esconderse detrás de los sillones de su sala, un niño de cuyo nombre no puedo acordarme,  encontró uno de estos raros especímenes, como se ven indefensos como si fueran cualquier libro, detuvo su juego y se sentó a hojearlo con la luz de la ventana, sin preocuparse por las palabras, las imágenes y los lugares que estaban siendo sembrados en su interior, sólo leyó y leyó hasta que la luz de la luna cubrió la habitación. Para entonces ya era demasiado tarde.

Las palabras entraron en el desde los ojos, para cuando fué a dormir,  ya comenzaba una inflamación en la mente y en la emoción, su noche fue plena de sueños, en su boca, el lenguaje fraguaba hermosos cuentos aún sin voz , pero fué en el corazón donde el veneno desató su más importante síntoma en forma de ampula.

Pero no era cualquier ampula, se llenó de alguna sustancia desconocida para él, sin embargo su organismo la aceptó como si fuera parte de él, nadie sabía lo que ocurría en su interior, pero por fuera le veían más radiante, como si alguien nuevo viviera con él.

Mas toda gestación llega a su término, de tal modo que una noche,  mientras el niño de cuyo nombre no puedo acordarme, dormía en su habitación, su enfático corazón convirtió los rayos de luna en el catalizador que habría de generar el más extraño nacimiento en un ser humano, el nacimiento de una musa.

Al principio no sintió más que algo de frío, pero su sueño era el canal donde ella le avisaba de su llegada. El sueño del niño de cuyo nombre no puedo acordarme lo contaré en otra ocasión pues hoy sólo quería escribir sobre ese insecto, extraño y maravilloso, llamado la lectura. 


domingo, 17 de agosto de 2008

EL QUE CIERRA LAS CORTINAS

El agente del sueño ha de ser como un señor robusto, casi gordo, como lleno de universos. Dicen que flota lento cuando se aproxima a los durmientes. No lo puedes ver, pero sabes que esta llegando porque los ojos se llenan de agua salada, como de mar. El sueño es un oceáno. 

El agente del sueño lleva boletos a los pocos pero valientes o inocentes navegantes.  Todos cierran los ojos y bostezan, pero no todos aceptan el boleto. El precio es del tamaño de la realidad de cada persona. Hay quien dice que es un precio elevado,  para soñar hay que dejar los puertos y abandonar tierra firme. El oceáno es profundo.

El navegante abandona la realidad a cambio de sus tierras, el lugar donde sus pasos se afianzan proporcionando ese sentido de ubicación, como cuando sabes donde estás y a donde vas. 

El que sueña deja eso a cambio de todo. La profundidad es sólo el inicio.

Es preciso cerrar irremediablemente los ojos, los que sueñan despiertos se quedan a la orilla.

Es preciso levar  las pesadas anclas de las realidades.

Después de algún tiempo, pues, no hay sueños eternos, el robusto , casi gordo agente del sueño regresa en silencio, flotante, con más boletos, pero a la vez con una nave pletórica. 

Se presenta, los ojos se llenan de agua salada, las cortinas de los ojos bajan y entonces se proyecta eso que llaman sueños.

JUGUEMOS A HACER RONDAS

Juguemos a hacer rondas alrededor de lo posible. 
1,2,3. El que no ría más que la colmena se sentará en un hormiguero.

Juguemos a romper los cursos escritos desde el secreto mandato.
1,2,3. El que no salte dos ríos arriba de la realidad se duerme en la casa del perro esta noche. 

Juguemos a rescatar esos destinos intocables. 
1,2,3. El que no engañe los bravos miedos, con una cobija protectora tiene la cabeza de pelota desinflada.

Juguemos a caminar el presente con los pulmones llenos de aire.
1,2.3. El que se vaya por el futuro sin respirar nos espera morado con chocolates para todos.

Juguemos a quitarle los dientes al tiempo. 
1,2,3. El que no se arriesgue a esa mordida que se quede con telarañas en los ojos.

Juguemos a desconectar todo.
1,2,3. El que no cambie una foca por un ser humano puede darse con un martillo en la cabeza.

Juguemos a sembrar espinas.
1,2,3. El corazón que no sangre no alcanza silla en la sala del recuerdo.

Juguemos a hacer rondas.
1,2,3.  En el sonido, en la historia, en el pelo, en el color, en el café, en la mesa con tenedores cromados , copas vacías. 

El platillo sin apetito nunca sabe a lo que promete.

Una ronda por aquí, otra más arriba, todo está conectado, manos invisibles tocan dudosamente todo, todos se mueven, nadie se va, pero nadie sigue en el mismo lugar.

El momento deja de ser apenas lo menciono, rondas, rondas, sin irte, aquí, otra más arriba, siempre y hoy.1,2,3.

SOBRE EL ALIENTO

La boca se abre, adentro el espíritu corre hacia afuera. Resopla tan fuerte, que el viento llega aún fresco a la llanura por la noche, mientras el mundo ronca soñando con paisajes siempre mejores.

Los ecos en zig zag convergen como metáforas acústicas de conceptos por nacer.

La voz es un oboe melancólico que habla de su madera desde el estómago, donde las emociones forman nudos atrapando al mundo hecho una masa entre ácidos y convulsiones. Cada quien lo digiere de modo distinto. -"El que tenga mas saliva, que coma más pinole"- dice la experiencia.

Un enjambre de sonidos sobre mi cabeza, todo se oscurece. Ese tono sordo, gordo y constante donde se apoyan los aguijones de la garganta que viene dispuesta a devorarme.

Aparecen sus dientes redondos y colgantes, la mordida acaece. Redes de saliva seca como hilos de plata vieja suben por mis pies, aquí me quedaré pero mis manos aún pueden escribir, pronto seré un ovillo plata, aquí conservaré mis memorias, mis sueños y mis anhelos. "Para ser feliz hay que dejar de desear". Creo que aún estoy conciente.

Iré con los niños. La gran madre gutural nos llama al cobijo de su garganta. Escucho su abrazo, escribo su sonido -adiós silencio- Bienvenido al reino de los lamentos. No he dicho nada.

Aún alcanzo a escribir algo. Unos dedos me tocan, son cuerdas rotas, vocales tensas... todo vibra.


viernes, 15 de agosto de 2008

BORDANDO UN TRAJE DE LETRAS

Quizá un espejo podría ayudarme un poco, pero sólo un poco. 

Después de la forma redonda de mi rostro, el café negro sin azúcar de mis ojos, las bolsas donde el arenero olvidó recoger los sueños dejándolas como ojeras, el espacio donde el cabello se atreve a partir sin decir adiós y un par de lunares narcicistas con actitud de verrugas y dos cicatrices, la primera que conmemora aquel rosal de la guardería donde corrí el inicio de mi infancia y la segunda, honra a la popular viruela infantil, que además de comezón, fiebre y medicina, significaban días en casa sin escuela. 

Más allá de eso, el espejo no puede decirme algo nuevo sobre lo que soy.

Pero sin embargo si he de usar un sustantivo puedo decir que soy:

Un aspirante, en tanto mi adicción a ser alguien, o algo más, siempre.

Si he de usar un artículo puedo decir que soy:

La pluma fuente recién encontrada detrás de las cajas de los pretextos.

Si utilizo un adjetivo, quizá el que más me guste vestir sea el de creativo, aunque soy malo con la talla.

Si intento describirme con un pronombre, creo puedo usar todos según sea el caso:

YO, como el atrevido que escribe.
TÚ audiencia cuando te escucho, diseñador cuando te atiendo y profesor de 7 a 9.
ÉL aspirante a escritor que gusta de pensar y jugar con las palabras.
NOSOTROS, como cohabitante de la comunidad humana de este mundo.
USTEDES, cuando los creativos somos catalogados como ocurrentes y divagados.
ELLOS, cuando soy parte de alguna estadística o club de fans. Saludos Batman.

Con un verbo, es algo mas complejo, pero si verbo es acción, entonces debo elegir BUSCAR, a veces ENCONTRAR pero quiero convertirme en DECIR, mientras tanto si llega el momento de usar preposiciones, ante todo, cabe hacer mención que soy, antes que nada y sobre cualquier otra cosa un SER HUMANO EN PROCESO quien utilizando la conjunción como aquel que estudia gramática pero con más entusiasmo que un niño deshaciendo nubes acostado en el pasto puedo concluir con un fuerte y expresivo EEEEEA!! por el gusto de SER, EXISTIR y poder ser MÁS, al saber que compartir emociones, pensamientos y sentimientos es posible desde una simple interjección.

jueves, 14 de agosto de 2008

REGALAME

Así que regálame una sonrisa sin fecha
una mirada sin noche
un abrazo sin despedida
que la vida se acaba hoy
cada vez cuando amanezco

miércoles, 13 de agosto de 2008

ESCARABAJO ROMANCERO

Entre venas te despliegas con simetría y fuerza. Tu piel luce fresca y cómoda, no te preocupa la geometría, tus líneas explotan como si conocieran el vértice final desde siempre. No hay miedo. Tejes células de vida como retículas microscópicas de universo verde claro, tu belleza seduce sin prejuicios.

No sabías que los escarabajos eran así de románticos.

Su caparazón oscuro parecía navegar en una marea de pequeñas hojas verdes, se acerca despacio, muestra con orgullo su coraza brillante y en sus patas el pelo finamente cepillado. Se acerca, se acerca.

Finges no verlo cubriendo tu rostro como un helecho enredado, sus pasos pisan fuerte las hojas, ese vaivén torna en danza, está por llegar y su cuerno pulido, antes amenaza hoy es símbolo de gallardía.

Finges no verlo cubriendo tu tallo como un helecho enredado, sus pasos fuertes te han hipnotizado, percibes esa cicatriz muy cerca, sigues su ritmo, bailas y sin darte cuenta abres tus hojas a sus pies.

Está por tocarte, abres, se acerca, cuerno, coraza y patas hacia ti, sobre ti, su boca se abre, tu te abres. 

No sabías que los escarabajos eran así de románticos.




VEINTE MINUTOS

La tarde no se preocupa por el tiempo, pero alguien tiene que llevar la cuenta. El reloj dice las cuatro con cuarenta minutos pasado meridiano, en la agenda, muy vacía en estos renglones, deja veinte minutos libres. 

Gran oportunidad. No debo tardar mucho para decidir que hacer, sin pensar, detengo el auto ante el primer saludo de un árbol. Buenas tardes parece decir, le contesto bajando del auto decidido a sentarme bajo su sombra. Después de algunos pasos, mi mirada recorre de esquina a esquina la plaza y el destino elige lo que sucederá en los próximos veinte minutos.

He decidido intercambiar. 

Lo primero es dejar de ser quien soy para convertirme en el silencioso compañero de las palomas, blancas aves de orgulloso gorjeo que mojan sus traviesas patas en la fuente. Sería bueno intercambiarles mis pies calientes con zapatos apretados por sus patas frescas.

Me pregunto ¿ quién soy yo para ellas? ¿quiénes son ellas para mi?

Disfruto escuchar la caída del agua, antes que los motores de la calle que está justo detrás de la fuente.

Disfruto ver a lo lejos a las parejas horizontales intercambiando miradas, abrazos, e incluso charla, cuando sus bocas están lo suficientemente separadas.

Me pregunto ¿ cuántos romances han cobijado estas ramas?.

Decido cambiar de posición y subo al árbol. En el camino lo abrazo como si fuera mi hermano y su corteza me permite sentirle vivo, creo le pisé alguna herida, no no es una herida, es un tatuaje, de esos tradicionales cuando el amor se escribía en los árboles, sin tinta ni color, con navaja, mucho sentimiento y una mirada soñadora.

Quizá sea la savia de estos tatuajes, lo que comen las palomas, por eso está llena la fuente, todas las palomas son cursis. ! Oh que patas tan frescas!

Quizá sea la savia de estos tatuajes, un juramento de sangre, por eso está lleno el jardín de amantes, todos los árboles son heroicos ! Oh que patas tan frescas!

Las raíces de mi árbol irrumpen en el concreto con entusiasmo, ese ímpetu del amoroso que inunda la razón para romper las barreras, inflama los pulmones para respirar milagros ! Oh que patas tan frescas!

Pienso en las venas de mi anciano y clorofílico amigo, en su personalidad, en sus amigos, los árboles que yacen junto a él. Me pregunto ¿con quién se llevará mejor?¿ que platicarán cada tarde?¿que dirán de esa pareja que charla con las bocas juntas?

Hay un señor que camina alrededor de la plaza o ¿será que la plaza gira sólo bajo sus pies?

Han pasado veinte minutos.

SOBRE EL CHOCOLATE

Frescura de madera y cacao, barra de dulce oscuridad que acaricia mi lengua desvaneciéndose, dejando apenas el anhelo de otro bocado. Otro abrazo de tiempo hasta la caja de cartón con doña Sara García sonriendo y una fuerte mordida para trozar un triángulo y llenarme la boca de sabor, empalagando el espíritu quien orgullosos y sonriente muestra un cremoso bigote oscuro.

SOBRE LA FELICIDAD PRIMERA

Para hablar de la felicidad, es necesario hablar en plural, digamos felicidades. Decir que sólo hay una es como quien dice "tomarse el mar en un buche de agua". Entonces, trataré de ordenar estas felicidades en orden de aparición, primero lo primero.

Antes de comenzar hago la aclaración de que las felicidades no son vasos llenos o felicidades completas, lo que en ningún momento altera su constitución básica, que es, a mi punto de vista lo que las hace "felices" esto es, la posibilidad.

Ahora bien, la primera felicidad incompleta es el abrir los ojos cada día, podría ser en la pijama favorita con la almohada heredada de la infancia o podría ser en una cama king size con sábanas satinadas, lo mismo abrazando dicha almohada o ese delicioso amanecer "cuchareado" por aquello de la postura y la compañía. 

De cualquier modo el punto es despertar. 

Casi nunca pensamos en que la fuerza necesaria para separar los párpados y dejar que el día entre poco a poco a nuestra conciencia es un fuerza trascendental. Es ahí mismo donde ocurre el primer milagro del día. Despertar con aire en los pulmones, lagañas en los ojos y esperanzas en el corazón.

Esta sensación de vivir en el acontecimiento eminente, crea una feliz angustia donde la posibilidad es ka página en blanco donde todo puede ocurrir.

Es esta mi primer felicidad incompleta.


SOBRE EL ESCRITOR

Un escritor es un visionario. Un atrevido que cruza la profundidad de la existencia apoyado en su balsa de párrafos, amarrados con hojas de papel y tinta seca. 

Buscando siempre nuevas costas. Como imprudente Robinson Crusoe, enfrenta las tormentas del universo con "Viernes" y sábados de noches con luna en las desoladas playas del juicio y el que dirán.

Un escritor escapa de viejas realidades descubriendo nuevas páginas.

Un escritor es un disidente del mundo pero un fiel patriota del lenguaje.