miércoles, 23 de marzo de 2011

Ejercicio para novela negra

" Con el cuerpo cansado y sudoroso, Tomás exhalaba satisfacción en cada bocanada, de humo. En su rostro endurecido, una tenue pero fría mueca, imitaba con resultados macabros, a una sonrisa. Podría decirse que estaba casi contento, pero faltaba algo. Siempre faltaba algo. No recordaba mucho de su infancia, pensaba que era normal no saber, pero recordaba el olor a tabaco agrio en las camisas de papá, el alcohol fresco en el aliento de mamá, y la sensación pegajosa y salada de la sangre en su boca…"

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