Entre labios, el calor de un silencio
Ansias desnudas libran candados
Fantasías evocadas acuden a galope
La aceptación discreta es la gota
Que supera las compuertas
Los suspiros se ahogan
La ropa no es frontera
Cuando el ímpetu arrebata
Y los labios se hinchan
En mordidas o besos
El salado néctar del deseo
Resbala en perlas dibujando dedos y pezones
Caricias que se alcanzan
Abrazos que encajan el alma al vacío
El espasmo inicia en la retina
Estrella que sube en la memoria
Como un fuego que incendia las arterias
Las veredas de la sangre, el río de fuego
Entonces
El volcán
La magia
y nosotros