- Caminaron hasta que el cansancio las tumbó a dormir, pero las piernas no sueñan.
- Lo dejaron pues el no sabía a donde ir. Un hombre sin destino no merece tener piernas.
- Ahora la gente lo ve sentado. (Al menos da esa impresión).
- Las piernas no extrañan. Siguen caminando, es lo que las piernas hacen. Tratar de llegar a algún lado.
- Alguien le acercó una silla de ruedas, el no mira hacia atrás. Sabe que sus piernas no volverán.